El Blog Camachil

Parece una pregunta estúpida, pero más allá de quién somos y de dónde venimos podemos preguntarnos algo más actual, algo más presente e incluso importante, ¿qué cosas o quiénes definen nuestra forma de ser, nuestros gustos, nuestros deseos? ¿Por qué compartimos parte de ellos con las personas? ¿Por qué hay personas que nos parecemos tanto? Blanco. Mente en blanco, así empezamos. ¿Qué es lo que nos hace empezar a ir añadiendo color a ese blanco? ¿Por qué me gusta más el azul que el amarillo? ¿Por qué me gusta más una comida u otra? ¿Por qué me gustan los videojuegos? ¿Por qué me gusta leer? ¿Por qué... me gustas? Los colores que nos definen suelen estar pintados por nosotros mismos pero hay otros, y algunas veces que la mayoría, que están pintados por otras personas. Si es popular el reggaetón, escucho reggaetón. Si es popular esa película, me gasto dinero en verla. Si está de moda vestir todos iguales y de la misma marca, voy yo y me gasto 30 euros más en esa tienda que la de al la...

¿Sabíais que hay diferentes tipos de "te quiero". Sí, sí, que no estoy de broma, quiero hablaros hoy un poco de los principales tipos y subtipos de "te quiero" que hay. Para ponerlos en una principal clasificación tenemos los de verdad y los de mentira. Los de verdad son aquellos en los que ponemos nuestro corazón y nuestros sentimientos en esas palabras que salen por nuestra boca. Suelen ser comunes entre verdaderos amigos, entre familiares unidos y en general en la gente que se quiere entre ellos. Desgraciadamente, desde mi punto de vista, es el "te quiero menos habitual". Ahora tenemos a los "te quiero" falsos que son, probablemente, los que más son utilizados. Hay diferentes subtipos que más que tipos son circunstancias, por ejemplo, cuando alguien de tu clase con la que apenas te hables te pide ejercicios, tú se los mandas y te dice te quiero, este es el "te quiero de conveniencia". Por otro lado tenemos el "te quiero de sa...

¿Alguna vez habéis pensado en lo diferentes que nos volvemos tras las pantallas? Y ya no solo las de los teléfonos sino la de cualquier aparato. Nos comportamos de manera diferente, como si de pronto nos convirtiéramos en alguien totalmente diferente, puede que para bien o puede que para mal. Nos volvemos más amables, publicamos diferentes mensajes en las redes que ven cientos de personas y decimos cosas bonitas a personas que si las viésemos por la calle no le diríamos más que hola. Y tampoco es sólo lo diferentes que somos sino los idiotas que nos volvemos. Que valientes somos tras una pantalla, a salvo en nuestro salón, sentados, mientras insultamos o discutimos con alguien por WhatsApp: "Mañana en cuanto te vea te reviento gilipollas". Apuesto a que mañana se verán y no se dirán nada. Y los amores, dios mío los amores. Los amores se han convertido en una frase de unos pocos dígitos: Te amo. Una novia o...